PROBLEMAS EN EL CAMINO. CAMBIO DE PLANES

Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. (Isaías 43.2 NTV)

Escrito por: Pastor Lisvanis Morales Marcelo.

Has sufrido en los últimos días un sinnúmero de emociones que han venido en tus noticias del día. Las nuevas que llegan no son lo planeado, te deprimen, te dan miedo, rodean tu mente de incertidumbre, anidan en tu mente cual pájaro. Entonces te preguntas: ¿Qué va a pasar ahora? ¿Cuáles son los próximos pasos?

Pensabas que iba a ser más sencillo y se tornó difícil. Ahora te encuentras ahí en tu habitación, a solas con el único que te puede ayudar en tu depresión, en tu miedo. Jesús es la única puerta disponible por la cual entrar. Con rodillas en tierra clamas: ¡AYÚDAME DIOS! ¡NO PERMITAS QUE A MI HIJO LE SUCEDA NADA MALO! ¡QUE MI ESPOSA LLEGUE BIEN!

· EL FARAÓN ESTÁ ENOJADO: Hay una historia en la Biblia, que podría ayudarte a entender lo que Dios puede hacer cuando los planes cambian drásticamente, sin esperarlo.

Cuando el pueblo de Israel salió de la cautividad egipcia, tuvieron que salir bajo muchos desafíos. El faraón no quería que se fueran, ya que eran la mano obrera de la nación; una mano de obra barata (eran esclavos). El proceso de salida pudo llevarse a cabo, porque el Señor castigó con plagas a los egipcios, incluyendo al faraón mismo. Una vez en el camino, frente al mar rojo, el faraón de Egipto cambió de planes y estos no eran nada buenos para los israelitas, o al menos eso parecía. Todo el ejército del rey estaba avanzando para masacrar a Israel frente al mar Cuando al rey de Egipto le llegó la noticia de que los israelitas habían huido, el faraón y sus funcionarios cambiaron de parecer. «¿Qué hemos hecho al permitir que todos estos esclavos israelitas se fueran?», se preguntaban. Entonces el faraón preparó su carro de guerra y llamó a sus tropas. Llevó consigo seiscientos de los mejores carros de guerra, junto con los demás carros de Egipto, cada uno con su respectivo oficial al mando…  9Los egipcios los persiguieron con todas las fuerzas del ejército del faraón —todos sus caballos y sus carros de guerra, sus conductores y sus tropas— y alcanzaron al pueblo de Israel mientras acampaba junto al mar, cerca de Pi-hahirot, frente a Baal-zefón. (Éxodo 14.5-7, 9NTV)

En la historia que les estoy contando sucedió algo impresionante, “también inesperado”. ¡Escucha esta verdad!: “Cuando hay cambio de planes contra ti, el Señor los vierte a tu favor”. 15 Pero Dios le dijo a Moisés: —¿Y tú por qué me pides ayuda? ¡Mejor ordena a los israelitas seguir adelante! 16 Toma la vara y extiende tu brazo sobre el mar, para que se abra en dos; así el pueblo podrá pasar por en medio, caminando sobre tierra seca. 17-18 Como yo haré que los egipcios se pongan tercos, ellos van a ir tras ustedes, pero entonces yo los destruiré. Y cuando haya derrotado al rey, y a todos sus ejércitos y carros, los egipcios sabrán que yo soy el Dios de Israel. ¡Voy a demostrarles mi gran poder! (Éxodo 14.15-18 TLA).

¡ALELUYA! Si Dios te dijo que salieras, Él se encargará de que llegues a salvo. Satanás va a cambiar de planes para destruirte en tu travesía, pero Dios los verterá a tu favor. Él no te dejará solo en tu éxodo. No le reclames a Dios: —¿Por qué me sacaste de Egipto (…)? ¿Por qué nos trajiste a morir en el desierto (…)? ¿Acaso no había en Egipto (…) lugar para enterrarnos? ¡Tranquilos, no tengan miedo! Ustedes no se preocupen, que van a ver cómo nuestro Dios los va a salvar (Éxodo 14.13TLA).

· MANTÉN TU CONFIANZA EN LAS PROMESAS DE DIOS: Cuando la vida se torna oscura, cuando la esperanza cae en penumbras, cuando todo parezca arruinado “MANTÉN TU CONFIANZA EN LAS PROMESAS DE DIOS”.

Si el Señor te confirmó que era su voluntad que emigraras por las razones que tuvieras, entonces puedes buscar refugio y luz en su palabra; Él tiene algo que decirte cuando los planes cambiaron y estás estancado en el mismo lugar.

Un amigo me confesó que, cuando las cosas no salieron según lo esperado, hubo algo que lo hizo llegar al final; les comparto sus palabras: “Esta promesa me hizo llegar al final,  Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo (Is 41.13, RV60a)”.

La palabra de Dios te dará esperanza cuando estas parecen haberse perdido. Tú no te encuentras solo, Dios está contigo y su Espíritu Santo te recordará por medio de su revelación, que no estás solo. El salmista dijo: Lloro con tristeza; aliéntame con tu palabra. (Salmo 119.28, NTV). No te desamines, no pierdas la esperanza, “MANTÉN TU CONFIANZA EN LAS PROMESAS DE DIOS”.

Al final podrás decir: Mi vida corría peligro, y él me libró de la muerte; me puso sobre una roca, me puso en lugar seguro. Salmos (40.2, TLA).

Oración: Señor, tengo mucho miedo y la esperanza se ha oscurecido. No logro ver la salida de esto, pero tú eres mi esperanza. En tus promesas confío. Mi alma está anclada a tu palabra; de ella vienen mis fuerzas. Tu Espíritu me guiará hacia tu voluntad y en ella me regocijaré. Espero en ti, no te tardes. En el nombre de Jesús. Amén. 

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