PALABRAS PARA LOS HIJOS

“Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me mantendrá cerca.” (Salmo 27.10, NTV)

Escrito por: Pastor Moises Pérez Pérez.

Al pensar en la separación momentánea o definitiva entre padres e hijos, viene a mi mente las palabras finales del rey David a su hijo Salomón, de cuya historia tomaré algunas enseñanzas o principios para la vida de los hijos que hoy están viviendo separados de sus padres, producto de la emigración. De más está decir que hoy muchos de los hijos en su inmadurez pueden estar pensando en los beneficios económicos que puede producir una emigración, y otros evocan de lo más profundo de su corazón un lamento por la ausencia de sus seres más queridos. 

David estaba a punto de morir. Quizás hoy la separación que vivas no sea producto de la muerte, pero igual, hay una distancia que los separa. Meditemos en la historia. 1 Reyes 2:1-12 (NTV)

 Hay separaciones que son inevitables.  v.2 “«Yo voy camino al lugar donde todos partirán algún día…” No voy a entrar en contienda contigo sobre si fue o no la voluntad de Dios el proceso migratorio que estás viviendo, solo quiero decirte que hoy vives una separación más corta que la que un día viviéremos todos al morir.

 Hijo, “…Ten valor y sé hombre.” (1º Reyes 2.2, NTV) Otras versiones traducen por valor, “esfuérzate.”

  • Valor: Para enfrentar la vida, reponerse a las pérdidas, enfrentarse a los temores, cuidar de la familia, cuidar de uno mismo. Valor para obedecer a Dios primero que a los hombres, valor para permanecer firme cuando todos quieren renunciar, valor para ser hombre o mujer. Como padres sabemos que nuestros hijos son príncipes y princesas, pero se enfrentarán a un mundo que los tratarán como mendigos; por lo que tenemos que enseñarles a que tengan valor y fuerza. ¡Hay que tener valor y esforzarse para enfrentarse a este mundo! Incluso, al mundo que tu padre huyó o al mundo que enfrentó tu padre para darte algo mejor.
  • Sé hombre: el contexto habla de las palabras de David a su hijo Salomón. En caso que seas una muchacha, diría “sé mujer”. Yo pudiera resumir este concepto de ser un hombre diciéndote que seas un hombre bíblico, pero voy a resaltar dos valores de estos que menciona la Biblia: responsabilidad, e integridad. Ser un hombre responsable implica llevar cargas, llevar tu carga y la carga de otros. “Y es bueno que todos se sometan desde temprana edad al yugo de su disciplina:” (Lamentaciones 3.27, NTV) Hoy vivimos el fenómeno del hombre “Peter Pan” (personaje de los muñequitos de Disney) que describe al hombre que nunca crece, que todo es juego, diversión y nunca madura en la verdadera hombría. Lo otro es integridad espiritual y de valores. Sé un hombre de palabras y de un solo caminar. “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” (Santiago 1.8, RVR60) “Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno.” (Mateo 5.37, NTV)

 Hijo, obedece la Palabra de Dios. v.3 “Cumple los requisitos del Señor tu Dios y sigue todos sus caminos. Obedece los decretos, los mandatos, las ordenanzas y las leyes que están escritos en la ley de Moisés…” Me sorprende la insistencia de David para con su hijo para que obedeciera la palabra de Dios, al usar diferentes palabras en hebreo que lo llevarían al mismo resultado.

 Espera el fruto de la obediencia a la Palabra. v.3 “…para que tengas éxito en todo lo que hagas y dondequiera que vayas.”

 Honra a tus padres. v.4 “Si lo haces, el Señor cumplirá la promesa que me hizo cuando me dijo: “Si tus descendientes viven como debe ser y me siguen fielmente, con todo el corazón y con toda el alma, siempre habrá uno de ellos en el trono de Israel.””  La Biblia nos enseña que el primer mandamiento con promesa es este: “»Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.” (Éxodo 20.12, NTV) ¿Cómo honramos a nuestros padres? A mi entender, en los siguientes textos puedo ver tres maneras de cómo honrar a nuestros padres. Una Aclaración, el consejo de David para con Salomón tenía más repercusión que un simple padre a un hijo, era un consejo de un rey a otro rey, y a su vez un consejo de preservación del linaje por el cual vendría el Salvador Jesús a establecer su reino. (Voy a ver este texto solamente como el consejo de un padre a su hijo).

 Obra con justica para con los demás. v.5 “»Además, tú ya sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, cuando mató a mis dos comandantes del ejército: a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter. Él pretendió que fue un acto de guerra, pero estábamos en tiempo de paz, con lo cual manchó con sangre inocente su cinto y sus sandalias.”

 Obra con misericordia (bondadoso) para con los demás: v.7 “»Sé bondadoso con los hijos de Barzilai, de Galaad. Haz que sean invitados permanentes en tu mesa, porque ellos me cuidaron cuando yo huía de tu hermano Absalón.”

 Termina lo que yo no puede acabar. v.8-9 “»Acuérdate de Simei, hijo de Gera, el hombre de Bahurim de la tribu de Benjamín. Él me maldijo con una maldición terrible cuando yo escapaba hacia Mahanaim. Cuando vino a verme al río Jordán, yo le juré por el Señor que no lo mataría; pero ese juramento no lo hace inocente. Tú eres un hombre sabio y sabrás cómo darle una muerte sangrienta».”

Oración: Señor, ayúdame como hijo a poder exaltarte en todo momento y a su vez poder dejar un legado igual o mayor que el de mi padre. En el nombre de Jesús. Amén.

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