Las pérdidas son reales y constantes en nuestra vida, ahora, no todas ellas provocan la misma conmoción en nuestro ser. Ej. En nuestro propio organismo vivimos un ciclo de pérdidas que nos da vida. Cada 3 segundos mueren y a la vez son reemplazadas 50 mil células. Quizás nadie sea afectado emocionalmente por esta realidad. Pero ¿qué de las pérdidas de seres queridos? La única razón por la que tienes emociones, es porque Dios tiene emociones; fuiste creado a imagen de Dios. “…maldice a quienes Dios creó a su propia imagen.” (Santiago 3.9, NTV) La razón por la que sufres es porque Dios se aflige. El Dios encarnado se duele con los humanos. “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos…” (Marcos 6.34, RVR60) “Entonces Jesús lloró.” (Juan 11.35, NTV) y estamos hablando de Jesús encarnado, que es Dios mismo. “Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano.” (Colosenses 2.9, NTV) No podemos desperdiciar el dolor (y más que vivimos en un mundo caído en donde prima el dolor). ¡Usémoslo!