SANANDO LOS TRAUMAS DE LA FAMILIA DEL EMIGRANTE
¡La silla está vacía! Esta es una expresión ante el banquete real y la ausencia de David. “…Jonatán se sentó enfrente, mientras que Abner se acomodó a un lado de Saúl. El asiento de David quedó desocupado.” (1º Samuel 20.25, NVI) Pero hoy esto ha llegado a tu familia también; tenemos una silla vacía, por lo que tenemos que aprender a vivir sin este ser querido que ha emigrado. Te acostumbrarás, pero nunca lo olvidarás; nuestras vidas y la de ellos cambió.